
Del añoso "Tumín" solo quedó el recuerdo, pues su sitio tuvo que cederlo a tan "magnifica" obra arquitectónica para satisfacer los afanes comerciales de su industrioso propietario, no sin que éste alcanzara previamente, la merecida reprobación de los habitantes del rumbo, que solamente suspiraron al ver por los suelos el tronco y las ramas de nuestro querido "Tumín", en el que nunca más volvería a pender soga alguna para mecernos en un habilitado columpio, ni volveríamos a saborear sus dulzones frutos, consumidos pese a la advertencia de disfunciones estomacales .
El paso de los años no ha logrado borrar de mi memoria - si abuelito - las tardes en la "selva" que cubría casi media manzana de "los tumines", el paraje era conocido como "La joyita", donde entre jaras se desarrollaban "encarnizadas" batallas, protagonizadas por infantes que desconociamos las "maravillas lúdicas" de la tecnología actual, pero que no por eso nos la pasabamos "bomba" entre risas y reclamos de "yo te di primero" o "estas muerto" simulando entusiastamante los ecos de una no tan lejana guerra mundial; allí se congregaba lo mas "selecto" del alumnado de las tres escuelas del rumbo: La escuela "Morelos", ubicada como hasta la fecha en el antiguo edificio de la desaparecida estación del ferrocarril; La escuela "Justo Sierra", que por muchos años y antes de gozar del magnifico edificio con que fue dotada, pasaron angustias en la vieja casona que posteriormente se constituyó en sala de fiestas y "Casa de la Cultura"de Ario de Rosales; y por último: los de caché, los que acudían uniformaditos y "pomadosos" al "Colegio Hidalgo" anexo de la capilla de "Fátima", fomentado por el Padre Jesús García; no tomando en cuenta el sitio, nuestro uniforme de la tarde era el momento en la calle empedrada, jugando a las canicas, a la guerra armandonos con improvisadas metralletas o ingeniosas pistolas; en sus temporadas, el trompo con sus suertes, así como el yoyo o el balero, eran juguetes muy utilizados, lo que además de las excursiones a los cercanos campos de Ario - de los cuales ya platicaremos en otra ocasión, nos permitian vivir en un mundo donde la seguridad no era preocupante.
Vale, con un saludo desde Mérida para nuestros visitantes de San Francisco, en Los Estados Unidos, de Colima, México, Morelia, de Iguala y Tuxtla Gutierrez en este México Lindo y querido.